Cansado de la vida miserable que llevaba decidí dejarla atrás y empezar una nueva. Dejé atrás aquella pareja que jamás encontré, dejé atrás aquellos hijos que nunca tuve, dejé atrás aquel trabajo que no conseguí y aquella unidad familiar que no logré formar.
Ahora emigro desde el pequeño pueblo en el que me crié, cerca de Ciudad Real, hacia la gran capital, Madrid. Dejo atrás aquella vida planificada fallida para comenzar una vida improvisada día a día. Pero irónicamente hoy, el día que voy de camino, ha amanecido como mi vida anterior, triste y gris....
