Eran las 4 de la madrugada cuando Mike llegó al lugar de los hechos. Un gran cordón policial cercaba el recinto, el cual era custodiado por diferentes agentes de la autoridad. Era una vieja nave a medio derruir donde los agujeros en las planchas del techo hacían que el agua entrase en su interior. Todos los agentes allí presentes estaban calados hasta los huesos y arrecios de frio.
–Perdona Mike que te hagamos venir a estas horas pero la escena del crimen es algo insólito y devastador– dijo el sargento Sam.
–Tranquilo, no te preocupes. ¿Que es lo que tenemos?
–Acompañame, esta en el segundo piso.
Mike tomó sus pasos detrás de los del sargento Sam. Este le iba guiando por el laberíntico lugar ayudado del haz de su linterna. Finalmente, tras subir las escaleras y dejar un pasillo y dos cuartos atrás, llegaron al lugar. La cara de Mike quedó pálida.
–Aqui lo tienes, el cadáver lo encontraron un par de jóvenes que entraron a grafitear las paredes. Si necesitas hablar con ellos, ahora mismo están siendo atendidos por los psicólogos de emergencias.
–Tranquilo, aun quiero investigar un poco más el lugar–dijo mientras empezaba a merodear por la escena.
–El cadáver es una hembra, 27 años de edad, tenia todas sus pertenencias así que el móvil del robo queda descartado– mencionó uno de los agentes.
La escena del crimen era insólita para Mike, en sus veinte años dedicados nunca antes vio nada igual. ¿Que persona sería capaz de llevar a cabo tal fechoría? Y lo más importante ¿Cuando y porque?
#MicroRelato
Pablo Gómez.
"Tu mente solo tiene la respuesta; una respuesta muy diferente de la mente de otra persona"
