─¡Eyy
chico! ¿Que pasa? ¿Qué te cuentas?
─Pues
nada, el perro, que me ha sacado de paseo ¿y vos?
─Pues
bien, aquí andamos.
─¿Puedo
sentarme?
─Es que
esta ocupado.
─Pero… si
esta vacío…
─Ya, pero
es que espero a alguien…
─¿A quien?
─Pues a mi
chica─ Sonríe.
─Joder, que
morro tienes, lo tienes todo en esta vida. Salud, dinero, amor,….. En cambio mi
vida es una mierda.
─Todo es cuestión
de como la ordenes, además para conseguir algunas cosas hay que sacrificar
otras. La vida es tan sencilla como un cubo Rubik.
─¿Qué coño
tiene que ver una cosa con otra?
─ Pues
mucho, mira ─saca un cubo de
Rubik completamente desordenado del bolsillo─. Supongamos que el azul es salud, el rojo amor, el blanco
amistades, el verde suerte, el amarillo dinero y el naranja trabajo. Ahora
supongamos que el cubo es la vida de una persona. Como puedes ver esta completamente desordenada,
no tiene de nada. Ahora, si le pones salud, es decir, completamos la cara azul,
pues ver como el resto de las caras continúan desordenadas─ Se lo muestra.
─Si.
─Pues
bien, si ahora queremos…. trabajo por ejemplo ─comienza a girar el cubo─, como puedes ver, la salud la hemos perdido ─tiene ordenada la cara naranja
pero ha perdido parte de la azul─,
pero si sacrificamos esta junto con las otras caras ─vuelve a ordenarlas─
conseguimos ambas, ¿lo ves? ─le muestra la cara azul y naranja
ordenas completamente─.
─Exacto.
─Pues el
resto es igual, has de sacrificar algunos para poder ganar otros, pero si sabes
como moverte, consigues todos ─terminad
de ordenar el cubo entero y se lo vuelve a mostrar─.
─Bueno algo he
pillado….
─ ¡Hola!
─Hola cari ─le da
un beso─. Bueno, te presento, este es un amigo.
─¡Encantada! ─sonríe.
─Igualmente.
Bueno, yo ya me voy ─hace amago de irse─.
─Ok, pero antes
espera ─deshace el cubo ─. Toma, para que practiques con la vida ─se lo lanza─.
─Pero….
─Tranquilo, tengo
más.
─Tu y tus
cubos de Rubik.... ─ella se
sienta en el banco─.