"La luna yacía en cielo, era una noche fría y húmeda. Un cuerpo solitario se balanceaba en mitad de la nada, solo las vías del tren eran las que le guiaban en la oscuridad. El aullar de los lobos y el merced de las hojas en los árboles rompía el silencio. A ello se le unió el sonido de una locomotora a vapor de fondo. El tic-tac del reloj corría en su contra. A medida que la máquina se aproximaba, el segundero corría mas y mas deprisa. Una bocina comenzaba sonar, una bocina que sería lo último que escucharían sus odios. El tiempo quebró para siempre."
#MicroRelato
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