Todo esto viene de largo, desde hace un año en adelante, pero
concretamente la causa de este final viene de esta noche atrás.
Nos encontrábamos en una fiesta como en cualquier otra, pero esta era
diferente. Allí se encontraba ella, la chica a la que amaba. Así que en un
descuido en el que ella se quedo sola me acerqué por detrás cogiéndola por la
cintura.
─ ¿No te gustaría volver a aquellos días? ─pregunté.
─ Lo siento, ya sabes que ahora me gusta otra persona. Lo nuestro
acabó.
─ ¿No echas de menos esto? ─pregunté mientras la abrazaba y la besaba en la mejilla.
─ Para por favor, no lo hagas mas difícil, te lo he dicho miles de
veces, lo nuestro terminó. Si de verdad te hubiera importado nunca me habrías
dejado escapar.
─ Pero…
─ Por favor, no insistas más, no quiero amargarme la fiesta.
─ De verdad, Alba, te sigo queriendo. Cierto es que no te presté la
atención que necesitabas, lo sé. Sé que lo hice todo mal, pero comprende que el
amor no viene con libro de instrucciones. Tu has estado con mas gente, por lo
que has podido arreglar los errores que cometiste con los anteriores, yo en
cambio esas experiencias no las tengo. Viniste tú a por mí, pensé que nada
podría salir mal, que seria para siempre, que no te desamorarías. Ese fue mi
gran error.
─ Pues ya has visto que no. Que la gente se puede desamorar si la
convivencia con esa persona no es como pensabas, es decir, no era de la persona
de la que te habías enamorado. Y ahora déjame tranquila, por favor ─respondió
mientras se iba con el grupo de gente.
Deprimido por la situación y por no amargarla más la noche me despedí del
personal y me fui del lugar. Era una casa rural en la montaña, así que al salir
me fui de paseo por el monte, acompañado por los arboles de la zona y la
sonrisa de la luna llena bajo el cielo estrellado.
Gracias a mi afán por el senderismo y a la luminosidad proporcionada
por la luna, me mantuve caminado gran parte de la noche por la montaña. Cierto
es, que en ocasiones, acojonaba un poco, sobretodo al oír los búhos de fondo,
pero eso no viene al cuento. Tras varias horas de caminata, encontré un viejo
puente romano construido sobre un rio a bastantes metros de altura del mismo, el
lugar en el cual me hayo sentado ahora mismo escribiendo esto. La vida por fin
me ha dado una respuesta: “Salta”.
¿Por qué esa respuesta? Pues puede ser por muchas cosas, pero principalmente
por la mierda de vida que llevo. Porque la chica a la que amo no me ama, porque
los amigos que tenia los perdí, porque las formas de divertirse de ahora no son
las que me gustan, porque tengo otra manera de ver la vida, porque no comprendo
nada de lo que en el mundo ocurre, porque no hay nada que impulse a un loco a continuar
en un mundo de “cuerdos”.
Esta vez no es un “hasta luego”, es un adiós definitivo. Pero no
saltare sin antes dejar el siguiente fragmento de una canción.
“Siento que el uso del corazón me ha dado de
si, desatado y dilato de tanto latir por ti. […] Que te he dejado pero no de
quererte, que te he olvidado pero no de mi mente, que siempre te tendré
presente desde la hora del primer beso hasta el día de mi muerte….”
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