domingo, 16 de diciembre de 2012

Bala Alternativa (Final B)


Alerta Spoiler: Leer antes -> http://relatosdepapelyboli.blogspot.com.es/2012/12/bala-alternativa.html

Esa bala era para mí. Para esa persona que lo había perdido todo, que perdió la ilusión de vivir, que perdió a quien amaba, que perdió a amigos, que perdió a familiares, aquella que no encontraba felicidad en ningún rincón de este mundo.

Era un único tiro, así que tenia que ser certera. Coloqué la pistola a la altura de mi sien y coloque el dedo sobre el gatillo. Lo apreté haciendo prender la pólvora que expulsó la bala por el cañón de la pistola. Esta golpeó en mi sien creando un orificio de entrada y continuó atravesando el cerebro hasta crear otro orifico de salida en lado opuesto de mi cabeza. Los fragmentos de cráneo, sesos, y sangre impactaron en la pared de mi derecha. Caí desplomada al suelo quedando tendida junto a la pistola. La sangre que emanaba de mi cabeza teñía de color rojizo mi pelo rubio. Ahora ya no habría más problemas por los que sufrir.


Bala Alternativa (Final A)


Alerta Spoiler: Leer antes -> http://relatosdepapelyboli.blogspot.com.es/2012/12/bala-alternativa.html


Esa bala iba para él. Para ese hijo de puta que me lleno de ilusiones, que me prometió un infinito que nunca cumplió, que me dejo abandona en la cuneta cuando pudo, aquel que se llevo mi felicidad.

Me acerque a él de frente y haciendo que le iba a decir algo al oído saqué la pistola y se la aproxime al pecho, a la altura del corazón. El dedo estaba en el gatillo, solo quedaba apretarle para hacer saltar el percutor. Fue un tiro limpio a quemarropa, perdió todas las fueras y cayó desvanecido al suelo sangrando por la boca y la herida de la bala. Se quedó tirado en mitad de la calle, y junto al charco de sangre que comenzaba a dejar, tiré el arma. Ahora sabría que no ha de tocar los ovarios a una verdadera dama. 


Bala Alternativa


¿Qué pasaría si tuviéramos en esta vida una bala para gastarla con quien quisiéramos? Una única oportunidad, una única reserva en la recamara.

Creo que ya es  hora de usarla. Han pasado bastantes años pero es hora de darle uso. Quizás me arrepienta de ello, pero es el momento.

─ ¿Estas segura de ello?

─ Si ─dije con la mirada firme.

─ Pues haya tu, toda tuya.

─ Pues haya yo, toda mía.

─ Por cierto, Alba, ¿Por qué hablas como si fueras dos personas?

─ Soy bipolar ─me sonreí a mi misma.

La decisión ya estaba tomada, ya sabía en quien iba a usar esa bala. Esa bala estaba destinada para….

Para él: http://relatosdepapelyboli.blogspot.com.es/2012/12/bala-alternativa-final-a.html

Para mi misma: http://relatosdepapelyboli.blogspot.com.es/2012/12/bala-alternativa-final-b.html


Héroe


Como cualquier otro día me dirigía hacia mi rincón del “dolor” para ahogar mis penas. Era un lugar al filo de un acantilado, junto al viejo faro de la playa. Eran unas tierras “vírgenes” a las que solo yo sabía llegar, ya que estaba cercado. Era un lugar al que iba todas las tardes, después de hacer la tarea en casa, para pensar sobre la mierda de vida  que llevaba y ahogar las penas. Pero aquel día fue diferente.

Para sorpresa mía cuando llegue puede ver como había una chica morena sentada al filo del acantilado. Tras sentir mi presencia se puso de pie y se aproximó al borde del mismo.

─ ¡Como te acerques salto!

─ Tranquila, no soy ningún héroe, así que tu a lo tuyo y yo a lo mio ─continúe acercándome.

─ ¡Como continúes salto! ¡Te lo juro!

─ Ya te he dicho que no soy ningún héroe, he venido a tumbarme a ahogar mis penas mientras miro el cielo, como todas las tardes hago. Asique tu a lo tuyo, no te molesto.

─ ¿Tu eres gilipollas? ¿Ves una tía al borde de un acantilado apunto de saltar y te la suda?

─ Estas buscando captar la atención y no lo vas conseguir, asique como te he dicho antes, tu a lo tuyo y yo a lo mio.

─ En serio…. Pensaba haberlo visto todo pero me acabas de sorprender ─decía mientras se retiraba del precipicio y se volvía a sentar al filo de este.

─ Me suele pasar a menudo ─conteste mientras me tumbaba.

Me tumbé y me puse a observar las nubes y ahogar mis penas. Como no, como cada tarde, siempre se me escapa alguna lagrima que buscaba libertad. De vez en cuando miraba de reojo a la chica. Seguía allí sentada, con las piernas colgando del precipicio. Fueron pasando los segundos, minutos y horas. Continuamos cada uno a lo nuestro hasta que ella se levantó y se acercó a mí.

─ Parece ser que el no héroe que se la suda todo no es así, ¿no?

─ ¿Por?

─ Pues porque esas lágrimas indican que algo te importa, ya sea por no haberlo conseguido o haberlo perdido.

─ Puede ser. Ahora yo pregunto, ¿Qué lleva a alguien como tu al suicidio?

─ Pues una mierda de vida, en la que no se me facilitado nada.

─ ¿Has pensado que si saltas le estas facilitando el trabajo a la Muerte? ¿Porque vas a hacerle ese favor si a ti no te han hecho ninguno? Además, piensa que en cualquier momento la moneda puede dar la vuelta.

─ Joder… que manera de ver la vida…

─ Llevo otra filosofía de vida, así me va luego. Por cierto, ¿Ya no saltas? Te he dicho que no quería ser un héroe, puedes hacerlo si quieres.

─ Vete a la mierda. Se me han quitado las ganas contigo aquí. Así que me voy. Que te vaya bien con tus nubes.

─ Va, chao ─le contesté mientras me incorporaba.

─ Gilipollas… ─susurró entre dientes mientras se alejaba.
Me levanté de un brinco y me fui tras ella. Cuando estaba a punto de saltar el cercado la pare poniéndola la mano en el hombro.

─ ¿Crees que esas son formas de despedirte del héroe que te ha hecho no saltar?

Me miró con cara de pocos amigos y me sonrió forzadamente. Se dio la vuelta y continúo. Pasaron varias semanas en los que no volví saber nada de ella. Pensaba que ya habría saltado desde otro sitio, hasta que otro día llegué  a mi rincón, la encontré allí, tumbada mirando al cielo. Me sorprendió bastante.

─ Vaya, pensaba que habrías saltado desde otro punto ya, pero veo que no.

─ ¡Joder! Que susto me has dado ─respondió mientras se incorporaba y llevaba la mano al pecho─ Pensé en la frase que me dijiste y bueno…. aquí estoy.

─ Pues me alegro de ello. ¿Te apetece compartir nubes y penas?

─ Antes preferiría saltar... ─contestó mientras me guiñaba un ojo.


sábado, 15 de diciembre de 2012

Camino Correcto


¿Cual es el camino correcto? A saber…. Son tantos los caminos que la vida nos ofrece que a veces no sabemos cual elegir. En cambio, otras veces nos marca uno a seguir queramos o no. No hay señales que nos indiquen el lugar por el que ir, simplemente  viajamos con una brújula, que a veces maraca el norte y a veces el sur. Hay ocasiones en que esos caminos nos los encontramos  cercados, cuyas puertas suelen estar cerradas. ¿Tomamos ese o el fácil de la puerta abierta? El de la puerta abierta parece el más fácil y apetecible, el que no nos va a dar problemas, pero eso tampoco nos indica que sea el adecuado. Hay ocasiones en las que viene bien abrir la puerta cerrada armándose de valor y paciencia…


viernes, 14 de diciembre de 2012

Suicidio


Todo esto viene de largo, desde hace un año en adelante, pero concretamente la causa de este final viene de esta noche atrás.

Nos encontrábamos en una fiesta como en cualquier otra, pero esta era diferente. Allí se encontraba ella, la chica a la que amaba. Así que en un descuido en el que ella se quedo sola me acerqué por detrás cogiéndola por la cintura.

─ ¿No te gustaría volver a aquellos días? ─pregunté.

─ Lo siento, ya sabes que ahora me gusta otra persona. Lo nuestro acabó.

─ ¿No echas de menos esto? ─pregunté mientras  la abrazaba y la besaba en la mejilla.

─ Para por favor, no lo hagas mas difícil, te lo he dicho miles de veces, lo nuestro terminó. Si de verdad te hubiera importado nunca me habrías dejado escapar.

─ Pero…

─ Por favor, no insistas más, no quiero amargarme la fiesta.

─ De verdad, Alba, te sigo queriendo. Cierto es que no te presté la atención que necesitabas, lo sé. Sé que lo hice todo mal, pero comprende que el amor no viene con libro de instrucciones. Tu has estado con mas gente, por lo que has podido arreglar los errores que cometiste con los anteriores, yo en cambio esas experiencias no las tengo. Viniste tú a por mí, pensé que nada podría salir mal, que seria para siempre, que no te desamorarías. Ese fue mi gran error.

─ Pues ya has visto que no. Que la gente se puede desamorar si la convivencia con esa persona no es como pensabas, es decir, no era de la persona de la que te habías enamorado. Y ahora déjame tranquila, por favor ─respondió mientras se iba  con el grupo de gente.

Deprimido por la situación y por no amargarla más la noche me despedí del personal y me fui del lugar. Era una casa rural en la montaña, así que al salir me fui de paseo por el monte, acompañado por los arboles de la zona y la sonrisa de la luna llena bajo el cielo estrellado.

Gracias a mi afán por el senderismo y a la luminosidad proporcionada por la luna, me mantuve caminado gran parte de la noche por la montaña. Cierto es, que en ocasiones, acojonaba un poco, sobretodo al oír los búhos de fondo, pero eso no viene al cuento. Tras varias horas de caminata, encontré un viejo puente romano construido sobre un rio a bastantes metros de altura del mismo, el lugar en el cual me hayo sentado ahora mismo escribiendo esto. La vida por fin me ha dado una respuesta: “Salta”.

¿Por qué esa respuesta? Pues puede ser por muchas cosas, pero principalmente por la mierda de vida que llevo. Porque la chica a la que amo no me ama, porque los amigos que tenia los perdí, porque las formas de divertirse de ahora no son las que me gustan, porque tengo otra manera de ver la vida, porque no comprendo nada de lo que en el mundo ocurre, porque no hay nada que impulse a un loco a continuar en un mundo de “cuerdos”.

Esta vez no es un “hasta luego”, es un adiós definitivo. Pero no saltare sin antes dejar el siguiente fragmento de una canción.

 “Siento que el uso del corazón me ha dado de si, desatado y dilato de tanto latir por ti. […] Que te he dejado pero no de quererte, que te he olvidado pero no de mi mente, que siempre te tendré presente desde la hora del primer beso hasta el día de mi muerte….”


domingo, 9 de diciembre de 2012

Paseo Nocturno


Transcurría una noche fría de invierno y cubierta por una niebla muy espesa. La visibilidad era escasa a pocos metros por delante. Me hallaba caminando solo, a altas horas de la noche. Las calles estaban completamente desiertas, no había ni un alma, ni siquiera vehículos.
Pasando cerca de un parque puede ver, difuminado por la niebla, un cuerpo apoyado en un banco. Parecía una muchacha y parecía estar llorando. En un principio no eche mayor cuenta, pero de repente vi como se medio desplomaba. Rápidamente me acerqué a socorrerla.

─ ¿Estas bien? ─pregunte preocupado.

─ S-Si, gracias…. ─respondió ella entre llantos mientras se incorporaba.

─ ¿Seguro? ¿Necesitas que avise a alguien?

─ No, no, de verdad. Gracias… ─insistió ella.

─ Bueno…. antes de irme, de nuevo, ¿necesitas ayuda o que llame a alguien?

─ De verdad, te lo agradezco mucho, pero estoy bien ─sonrió ella entre lágrimas.

─ Bueno pues me voy, y sonríe, que a una chica tan mona como tú no le pegan esas lágrimas en la cara ─le contesté sonriendo para ver si así se animaba un poco.

─ Jaja, gracias, tomo nota de ello ─contesto ella.

Me daba cosa el dejarla allí sola, pero ¿qué pintaba yo allí? Así pues, continúe con el paseo que había dejado pendiente. Continúe caminado acompañado por la niebla y el alumbrado las farolas de la calle. No anduve ni diez metros cuando de repente escuche a mis espaladas:

─ ¡Espera por favor!

Reconocí por la voz que era aquella chica, así que me giré para ver que pasaba.

─ ¡Por favor espera!

─ Si, si, tranquila que espero ─Le contesté mientras me volví hacia atrás para acercarme a ella─ ¿Que sucede?

─ Te… ¿te importa acompañarme a casa?

─ Pues…

Al principio dudé de ello, pues habían sido muchas casualidades seguidas y tenía escuchados muchos casos similares de gente “inofensiva” como gente mayor, niños, etc que son cómplices de otros, juntos con los que te llevan y después te dejan limpio si es que sales vivo. Pero ella parecía diferente así que me arriesgué.

─ Pues bueno, ¿vives muy lejos?

─ Si, un cachito….

─ ¿Donde exactamente?

─ En la calle Atalaya.

─ ¿En serio? Yo también.

─ ¿Que numero? Yo el once.

─ Yo en el veintiuno. ¿Eres nueva en el barrio? Nunca antes te había visto.

─ Si, me mude hace dos semanas mas o menos ─me sonrió.

─ Quizás me meta donde no me llaman, pero… ¿Qué hacías a esas horas llorando en el parque?

─ Me gusta pasear de noche y ahogar mis penas. Y bueno, vi el banco y le hice compañía compartiendo mis penas con el jeje. ¿Y tú? ¿Qué haces a estas horas por la calle?

─ Pues lo mismo mas o menos que tu jaja. Me gusta pasear de noche.

Continuamos paseando y compartiendo batallitas hasta que finalmente llegamos a su portal. Era hora de dejarla, ¿seria un adiós? ¿o un hasta luego?

─ Bueno pues hemos llegado.

─ Joo, eso parece. Por cierto, no me has dicho tu nombre. Yo soy Lucia ─sonrió.

─ Yo Luis.

─ ¿Te apetece salir mañana a dar otro paseo?

─ ¿Por qué no? Jaja ¿A las dos te parece bien?

─ ¡Si! Bueno, pues hasta mañana a las dos ─dijo sonriendo
mientras se acercaba para darme un beso en la mejilla─. ¡Chao!

─ Chao ¡hasta mañana! ─le respondí sonriendo.

viernes, 30 de noviembre de 2012

La vida, un cubo de Rubik


─¡Eyy chico! ¿Que pasa? ¿Qué te cuentas?
─Pues nada, el perro, que me ha sacado de paseo ¿y vos?
─Pues bien, aquí andamos.
─¿Puedo sentarme?
─Es que esta ocupado.
─Pero… si esta vacío…
─Ya, pero es que espero a alguien…
─¿A quien?
─Pues a mi chica─ Sonríe.
─Joder, que morro tienes, lo tienes todo en esta vida. Salud, dinero, amor,….. En cambio mi vida es una mierd­­­a.
─Todo es cuestión de como la ordenes, además para conseguir algunas cosas hay que sacrificar otras. La vida es tan sencilla como un cubo Rubik.
─¿Qué coño tiene que ver una cosa con otra?
─ Pues mucho, mira ─saca un cubo de Rubik completamente desordenado del bolsillo─. Supongamos que el azul es salud, el rojo amor, el blanco amistades, el verde suerte, el amarillo dinero y el naranja trabajo. Ahora supongamos que el cubo es la vida de una persona.  Como puedes ver esta completamente desordenada, no tiene de nada. Ahora, si le pones salud, es decir, completamos la cara azul, pues ver como el resto de las caras continúan desordenadas─ Se lo muestra.
─Si.
─Pues bien, si ahora queremos…. trabajo por ejemplo ─comienza a girar el cubo─, como puedes ver, la salud la hemos perdido ─tiene ordenada la cara naranja pero ha perdido parte de la azul─, pero si sacrificamos esta junto con las otras caras ─vuelve a ordenarlas─  conseguimos ambas, ¿lo ves? ─le muestra la cara azul y naranja ordenas completamente─.
─Exacto.
─Pues el resto es igual, has de sacrificar algunos para poder ganar otros, pero si sabes como moverte, consigues todos ─terminad de ordenar el cubo entero y se lo vuelve a mostrar─.
─Bueno algo he pillado….
─ ¡Hola!
─Hola cari ─le da un beso─. Bueno, te presento, este es un amigo.
─¡Encantada! ─sonríe.
─Igualmente. Bueno, yo ya me voy ─hace amago de irse─.
─Ok, pero antes espera ─deshace el cubo ─. Toma, para que practiques con la vida ─se lo lanza─.
─Pero….
─Tranquilo, tengo más.
─Tu y tus cubos de Rubik.... ─ella se sienta en el banco─.


viernes, 23 de noviembre de 2012

Felicidad


Últimamente viendo la felicidad de otras personas me pregunto: ¿Dónde estará la mía?

Quien sabe, la felicidad se haya en muchos lugares, algunos muy simples y otros no tanto. Quizás mi felicidad se encuentre en ella o no. Quizás sea el hacer aquello que me gusta o no. Quizás sea algo abstracto que no pueda tocar o no. Quizás pueda tenerla algún día o no. Quizás sea para siempre o no. Quizás sea una suma de todo lo anterior o no. Quien sabe. Pero lo que si sé es que en algún lugar se encuentra y no parare de buscarla hasta tenerla junto a mí…


lunes, 19 de noviembre de 2012

Doble Sueño


Conducía tranquilamente por una carretera cuando de repente sentí como otro vehículo me golpeaba en la parte trasera haciéndome perder el control. El coche comenzó a sobrevirar por detrás hacia la derecha, acto seguido intenté contra volantear para poder recuperar el control sobre el volante, pero el vehículo se me iba cruzando cada vez mas y mas. Estando ya casi en perpendicular a la calzada, y tras haber dejado de golpear el quitamiedos, golpe en el lado derecho contra un poste de trafico. Esto me hizo sobrevirar ahora hacia el otro lado, esta vez ya me era imposible controlar el coche. De repente comencé a ver como la parte delantera comenzaba a meterse en la cuenta y una vez estaba con medio coche en ella y otro medio sobre el asfalto, este pivotó sobre el vértice creado entre el arcén y la cuenta. Acto seguido el vehículo empezó a levantarse lateralmente y comencé a dar vueltas sobre el eje longitudinal del coche. Desperté.

Lo hice en un dormitorio, junto a una chica y en una cama de matrimonio. No sabía quien era ella, estaba de espaldas a mí, pero cuando se giró para darme los buenos días lo descubrí. Era ella, la chica de la que estaba enamorado. Inmediatamente me di un pellizco en el brazo creyendo que era un sueño, pero me dolió. Acto seguido escuché como se acercaba una voz aguada y dulce gritando -¡Mamá, mamá, mamá!-

De repente sentí como alguien me escalaba por los pies de la cama y reptando entre las sabanas se iba acercando.

-Ten cuidado Claudia, vas a lastimar a papá- De repente vi como se abalanzaba hacia mi una cría de cuatros años y se abraza a mi dándome un beso en la mejilla.

-¿Y para mamá no hay?- Dijo ella mientras la cría se abalanzaba sobre ella.

¿Qué estaba pasando? Era la vida con la siempre había soñado. Nuevamente me pellizqué, pero me seguía doliendo, era real… Entonces, lo del accidente ¿Qué fue? ¿Un sueño?

-¿A que día estamos hoy?- Pregunte con la voz ronca de estar toda la noche sin hablar.

-Tranquilo que es sábado, hoy no has de preocuparte por el trabajo-

Acto seguido me levanté y fui en busca del cuarto de baño para lavarme la cara. El lavabo estaba de frete y me vi reflejado en su espejo. Nuevamente me pellizqué y me volvió a doler. Me acerqué, me lavé la cara y volví a pellizcarme, seguía doliendo. Fue pasando todo el día como si ese fuera mi día a día, pero no recordaba nada de como llegué hasta ahí. Continué pellizcándome cada x tiempo y me seguía doliendo.

Una vez llegó la noche, mientras iba hacia la cama para acostarme, ella me rodeó con su brazo por la cintura y me dio un beso.

-¿Te pasa algo, cari? Te he notado un tanto raro hoy…- Mi respuesta a ello fue otro beso.

Nos metimos en la cama, me acosté boca arriba y ella se arrimó a mí abrazándome y apoyando su cabeza sobre mi pecho. Ella se estiró un poco para darme un beso.

-Buenas noches nene-

-Buenas noches…-

Acto seguido caí dormido y desperté en un vehículo empotrado lateralmente contra un árbol. Mi cuerpo estaba apoyado sobre el airbag del volante, el cual estaba completamente lleno de sangre, tenia todo el cuerpo dolorido. Dolía mucho, mucho más que los pellizcos que me daba, era real…. Entonces, lo de la vida perfecta ¿Qué fue? ¿Un sueño?

domingo, 18 de noviembre de 2012

Zombi (guión)


Año 2013
Vemos a 2 personas en la calle hablando y como se acerca una tercera al fondo.

-Sam: Anda mira, por ahí viene Juan.

-Teo: ¿Seguro? Yo le veo unos andares muy raros.

-Sam: Si, si, mírale, es él. Aunque se le ve mala cara…

Juan se va acercando a ellos.

-Teo: ¿Seguro que es él? Que él siempre ha sido de ir muy arreglado y mira que pintas trae…

-Sam: ¡Que si coño!

Juan se acerca cada vez más.

-Sam: (Saludando con la mano) ¡Eyy Juan! ¿Que tal?

-Juan: ¿Aahhh? (levanta la mirada del suelo y los mira. Se aproxima a ellos)

-Teo: ¿De que coño vienes disfrazado? (Juan se va acercando a él) Eh tío para, para, para…. ¡Paraaaahh! (es atacado)

-Sam: ¡Sus muertos! (echa a correr)


OPENING 


Año 2013. Una semana después.

Sam esta encañonado a un zombi.

-Sam: Hasta la vista, zombi….  (Con tono de: “hasta la vista, baby.”)

-Zombie1: ¡Aaahh! (se abalanza sobre el quitándole el arma de las manos, Sam echa a correr)

-Sam: ¡Joder!

El zombi coge el arma del suelo y desconociéndola  y la dispara accidentalmente ‘’hiriendo” a Sam. Este cae al suelo.

-Sam: ¡Aaahh! ¡Su puta madre! ¡En las películas no ocurría esto! (pausa) Espera, si no me a dado. Uff…       que alivio. (Se levanta para recuperarse y coger aire)

Por detrás un dedo le da unos golpes en el hombro. Al girarse es un zombi.

-Sam: ¡Joder! (echa a correr y se mete en su portal) Uff, menos mal, madre mía que día…

Sube a su casa y entra

-Sam: ¡Ya estoy en casa hermanita!

-Hermana: ¡Vale!

Se sienta en el sofá y se pone a ver al tele, al rato suena el portero. La hermana abre.

-Hermana: Creo que era un amigo tuyo, le he abierto. ¿Vais a una fiestas de disfraces? Es que viene vestido muy raro.

-Sam: ¡¿Qué has hecho que?! ¡Mierda!

Mientras tanto vemos como el zombi entra en el portal y tranquilamente llega hasta el ascensor. Comienza a intentar dar al botón para llamarlo pero no acierta. Al rato  consigue darle. Espera mientras llega. Se abren las puertas y entra. Como al principio vuelve a intentar dar a los botones para subir pero no atina. Finalmente lo hace y las puertas se cierran.

Sam esta esperando detrás de la mirilla de la puerta a que el ascensor llegue. Cuando comienza a salir el zombi abre la puerta y sale. Le empuja y baja corriendo por las escaleras hasta salir a la calle. Cuando llega a la calle recibe un SMS. Pantalla móvil: “Un nuevo mensaje de Juan”. Lo abre. “Tío, necesito verte, es urgente, a Teo le pasa algo raro. Te veo en el banco de siempre”.

-Sam: No si al final Teo iba a tener razón y ese no era Juan. (Sale hacia el lugar de encuentro)

Sam llega y se sienta el banco.

-Sam: Esta tardando mucho. Voy a llamarle.

Al momento  vemos como dos personas se acercan a  espaldas de él. Comienza a sonar el móvil de Juan.

Es atacado por Juan y Teo zombi por la espalda.

-Sam: ¡¡Nooo!! ¡¡Aaahh!!

El teléfono cae al suelo y queda llamando a Juan.  Al rato lo coge. Es uno de ellos, un zombi más.


FIN

Despertar solitario

Todo empezó cuando desperté en mitad de la nada completamente desorientado y cubierto de sangre. Tenia manchada la camiseta, parte del pantalón y todas las manos y los brazos. Sentía un fuerte dolor en el brazo derecho, el cual era incapaz de mover, y la cabeza me daba fuertes pinchazos. Me levanté del suelo como pude, miré aun lado y a otro del camino donde me hallaba en busca de auxilio, pero lo más que pude ver era pasto seco, no se veía ningún tipo de indicio de existencia humana. 

Comencé a caminar en una de las direcciones del camino, pero no duré mucho. A los pocos metros tuve que parar, pues el dolor del brazo al llevarlo caído era insoportable. Así pues, como puede, me quite el cinturón del pantalón con una sola mano para poder sostener mi brazo en cabestrillo. Una vez lo logré continúe divagando por los caminos durante un largo periodo de tiempo, no se si serian horas o minutos, pues no llevaba nada encima para situarme en el tiempo. Tampoco se si andaba en círculos o en línea recta, pero finalmente accedí a una especie de urbanización. Todas sus calles estaban desiertas, nadie las pisaba, no solo humanos sino tampoco animales como podrían ser los pájaros u hormigas en el suelo.

Continuaba tembloroso y el dolor de cabeza y el brazo  no cesaban. A lo lejos, en una de las aceras divisé un banco, intente llegar hasta el, pero antes de que lo alcanzara las fuerzas me fallaron, y con ello las piernas. Terminé cayendo al suelo completamente inconsciente.

¿Quien era Ella?

Caminaba solo por el monte cuando la noche me empezó a coger. Al ir a echar mano a la mochila para coger la linterna descubrí que esta no estaba, la había olvidado en casa o la habría perdido al sacar algo anteriormente. No podía pararme a buscarla porque el tiempo se me echaba encima. Aceleré el paso para evitar que la noche me cogiera, pero finalmente lo hizo. Ahora mi única linterna era esa media luna y las estrellas que a esta acompañaban. Vencido por noche decidí reducir el ritmo para disfrutar de la compañía de los astros.

De repente puede escuchar como alguien se colocaba a mi espalda y me perseguía con sus pasos. Preso del miedo eche a correr sin mirar atrás, a cuyo compás también se unió esa persona. Llegando a una zona rocosa, con barranco a ambos lados, mis pies se enredaron y tropezaron cayendo yo al suelo. De repente vi como la sombra de una mano se acercaba a mi.Este es mi fin, pensé para mis adentros.

-No tengas miedo de mi, ten miedo del barranco que hay a tu espalda. Agárrate a mí mano-

No sabía quien era, pues solo veía sombras, pero si puede sentir que era una voz femenina. Cuando le di la mano, el contraluz de la luna me impidió ver su rostro.

-¿Quien eres?- Pregunté.

-Soy Ella-

-¿Y puedo ponerle nombre o físico a Ella?-

-Esta noche no será. Por cierto, antes se te calló esto-

Al tacto puede sentir que era la linterna que perdí y no encontraba. Rápidamente la encendí para poder verla, pero antes de poder hacerlo ella se desvaneció en la oscuridad de la noche. ¿Quien era Ella?