sábado, 4 de mayo de 2013

"Programa D. Un mundo invertido" #Cap. 07


#Capitulo 7. ASALTO AL NÚCLEO

Tras la fuerte explosión se formaron una gran cantidad de cascotes que cayeron hacia la sala de R.E.D.A. y una gran nube de humo que nos envolvió. El grupo comenzó avanzar hacia el interior.

─ ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ─gritaba Nº1─.

Entre la nube de humo y los disparos el grupo se iba abriendo paso. Los miembros de la organización iban cayendo uno a uno. Continuamos avanzando por los pasillos y escaleras descendiendo hasta nuestro primer objetivo, el núcleo. La puerta estaba cerrada, había que echarla abajo. Uno de los Charlies tomó una granada explosiva y la lanzó contra esta abriendo un orificio para poder pasar. Dos de estos Charlies se quedaron escoltándome mientras el resto del grupo continuaba bajando al nivel 26. 

Entre rápidamente en la sala del núcleo  Era una sala circular con en pequeño podio central sobre el que estaban los ordenadores que controlaban el núcleo. Saqué mi portátil de la mochila y empecé a conectarlo con este. Cargué los discos en el portátil para poder piratear el sistema de seguridad de R.E.D.A. y cortar toda la corriente. 

Mientras estaba tratando de romper el escudo el ruido de los disparos a mis espaldas no cesaban. En una de estas uno de los Charlies cayó abatido.

─ ¡Joder tío! ¡Date prisa! ─me grito el otro Charlie─.

─ ¡Joder! Hago lo que puedo, ¡dame diez segundos!

En ruido de los disparos y casquillos cayendo al suelo no cesaba, pero por fin logré romper el escudo de seguridad y desconectar toda la red enemiga, logrando así quedar a oscuras y poder usar como ventaja sobre ellos la visión nocturna, pero antes de que el Charlie se pusiera las gafas, uno de los enemigos disparo a lo loco abatiendo a este. En ese momento solo quedamos la oscuridad, la Deseert Eagle, yo y un enemigo. Rápidamente me oculté detrás del mesa sobre la que estaban los ordenadores. Tomé mi arma y me asomé por el lateral de esta buscando al enemigo con ayuda de la visión nocturna. 

Allí estaba, entrando por la puerta. Apunté y le derribé con dos tiros, solo me quedaban cinco balas. Teniendo en cuenta que no soy una fuerza de élite solicite escolta al resto del grupo.

─ Chicos, ¿me escucháis? Mis dos escoltas han caído y necesito de ellos si quiero salir con vida.

─ Aquí Tango dos y cuatro, estamos en el nivel 14, uno por debajo. Si logras llegar aquí te ofrecemos escolta.

La cosa estaba así: necesitaba bajar un nivel con solo cinco balas y sin escolta. Tomé la mochila con el portátil y el resto del material y emprendí el descenso. Cuando estaba apunto de encontrarme con los Tangos, al girar la última esquina, una fuerte explosión me sorprendió. La energía de esta me derribó y parte de los cascotes que saltaron me golpearon. A continuación una nube de humo me envolvió y solo escuchaba un fuerte zumbido en mis oídos...




No hay comentarios:

Publicar un comentario