sábado, 4 de mayo de 2013

"Programa D. Un mundo invertido" #Cap. 08


#Capitulo 8. NIVEL 26

Tras la explosión perdí la conciencia por unos segundos y cuando la recuperé lo único que veía era una gran nube de humo y lo único que escuchaba era un fuerte pitido en los oídos. Permanecí tumbado en el suelo por unos segundos mas cuando empecé a escuchar unas voces de fondo.

─ ¿Eres tu? ¿Estas bien?

De repente vi como una silueta aparecía entre la nube de polvo y se acercaba hacia mi, era uno de los tangos. Este me ayudó a incorporarme y apoyado en el anduve unos metros hasta que me puso a cubierto. Comenzó a inspeccionarme.

─ No pareces que tengas nada, ¿puedes continuar, no? 

─ Su-supongo que si...

Me puse en pie y junto con ellos continué descendiendo hasta el nivel 26. A medida que ibamoss avanzando nos íbamos encontrando con cuerpos abatidos por todas partes y los cascotes que había producido alguna que otra granada. Durante la travesía hasta la sala de informática la vía estaba libre, los otros miembros se habían encargado de abrir paso hasta ella. Era bastante confuso andar apoyado de la visión nocturna esquivando cadáveres y restos de cuerpos que habrían surgido de las explosiones. Tras el largo descenso, por fin logramos alcázar al nivel 26.

Allí estaban Nº1 y Mike, eran los únicos que llegaron con vida. En total eramos cinco personas de veintidós que habíamos emprendido la aventura. 

─ ¿Habéis encontrado el programa? ─pregunté─.

─ No, hemos buscado por toda la sala pero no hemos dado con él...

─ Joder... y... ¿ habéis mirado en las disqueteras?

─ ¡Mierda! como no hemos caído antes...

Los cinco nos pusimos abrir todas las disqueteras de los ordenadores que había en la sala, hasta que cuando habíamos perdido la esperanza, en la ultima disquetera apareció el CD.

─ ¡Lo tengo! ¡Lo hemos recuperado! ─grité─.

En ese momento escuchamos como alguien daba unos golpes en la puerta de la sala. Al girarnos para ver quien era nos encontramos allí a DOC.

─ ¿Sabéis que aun os queda salir de aquí  verdad? Tengo varios hombres esperando en vuestros vehículos .. y muy buen plan de asalto por cierto...

En ese momento algo se apoderó de mi y ajeno al movimiento tomé la Desert Eagle y le disparé tres balas a DOC. Una de ellas alcanzó su brazo, otra su hombro y la última y mortal alcanzó su mejilla derecha. Se desplomó de rodillas y cayó al suelo, y entre la fuerte agonía pronunció la siguiente frase: "En realidad a Alice yo nunca..."




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