lunes, 4 de noviembre de 2013

La Estación de la Esperanza

Allí estaba él con su larga gabardina, sus guantes de cuero, su sombrero y como no, su pitillo en la boca. Corría apresurado hacia la estación, una vieja estación de tren situada a las afueras del pueblo. Era una tarde de invierno, de esas en la que anochece pronto. El tiempo se le echaba encima, sacó su reloj de bolsillo y vio que aún le quedaban tres minutos para la llegada del tren.

Aminoró el ritmo llegando a la estación a falta de un minuto de la llegada del tren. Tranquilamente accedió al andén y se sentó en uno de sus bancos a la espera. El cielo, que lucía nublado, comenzaba a cerrarse amenazando agua. Mientras tanto la ausencia de luz dejaba de iluminar la estación, la cual solo tenía un par de tibias luces, cada una a un lado del andén.

Habían pasado quince minutos de su llegada y el tren no había aparecido. Era imposible que el tren ya hubiera partido, nunca lo hacía antes de tiempo, quizás vendría con retraso, pensaba él. Continúo esperando y para hacer tiempo comenzó a dar paseos de un extremo a otro del andén. La lluvia empezaba a caer y la estación no tenía ningún techado donde cobijarse.  

La lluvia comenzó a apretar, y ya empezaba a calarle las ropas, desesperado se sentó al borde del andén con los pies colgado del mismo. Miraba a un lado y a otro de la vía, pero en ninguno se veía ninguna luz que indicara la llegada del tren. El tiempo pasaba, la fuerte lluvia se convertía en tormenta y sus ropas ya no admitían más agua, estaba completamente empapado.


Él, sin perder la esperanza, continuó esperando aquel tren, un tren jamás llegaría…. 




domingo, 4 de agosto de 2013

Atardecer en la playa

Como cada tarde salí a darme mi paseo por la playa como hacia todos días. Me gustaba ver como el sol iba cayendo hasta que por el horizonte se ocultaba mientras sentía la fina arena en mis pies y el golpe de las olas al llegar a su fin. Aquella tarde cuando pasé por la zona rocosa me encontré allí una chica. Era morena y de ojos marrones y parecía de mi quinta. Estaba sentada en las rocas con una pierna colgando y la otra encogida, sobre la que tenía apoyados los brazos y su barbilla. Su mirada era fija a la línea que describía el sol. No le eché mayor cuenta, pero por educación saludé.

─ Hola.

─ Hola ─me respondió ella─.

Tras ello continúe mi viaje hasta mi destino.

Al día siguiente, como no, volví a dar mí paseo por la orilla de la playa y allí estaba nuevamente ella. Nuevamente ignore el hecho de que ella estaba allí, pero la volví a saludar por educación.

─ Hola, buenas tardes.

─ Hola, buenas tardes ─me respondió ella─.

Fue pasando el tiempo y día tras día me la encontraba allí sentada observando la puesta de sol. Aunque no se notase, día tras día íbamos alcanzando confianza así que una de las tardes que me la crucé me paré.

─ Buenas tardes.

─ Hola.

─ ¿Eres nueva por la zona?

─ Si, me mudé hace poco. ¿Y tú?

─ No, yo llevo ya bastantes años por aquí. Oye, ¿te puedo hacer una pregunta?

─ Dime.

─ ¿Cómo es que estas todas las tardes en las rocas observando la caída del sol?

─ Es una historia muy larga…. ─dijo ella mientras agachaba la cabeza─ pero se resume en que, donde vivía antes, solía ir con mi novio a una zona donde todas las tardes veíamos la puesta de sol y hace poco me dejó y  se fue a otra ciudad. Digamos que esto me recuerda a él…

─ Joo…

─ Ahora yo, ¿puedo hacerte una pregunta?

─ Por supuesto.

─ ¿Cuál es tu historia?

─ Pues es una historia muy similar. Todas las tardes solía pasear por esta playa con mi novia, pero hace  tiempo que me dejo por una razón que desconozco, y que sospecho que ella también, así que, al igual que tú, esto me recuerda a ella…

─ Menudas vidas las nuestras….

En aquel momento se hizo el silencio. 



lunes, 22 de julio de 2013

La Sombra Blanca

─ Abu, ¿Por qué tu sombra es blanca? ─le preguntó ella─.

─ Veras pequeña, cuenta la leyenda que hace muchos años todos los humanos tenían una sombra negra, hasta que nació uno de ellos que tenía una forma completamente diferente de pensar. Era diferente mentalmente y también lo quiso ser físicamente, por ello mandó investigar y hacer que convertirán su sombra negra en blanca para diferenciarse del resto. Dicho de otra forma, aquellas personas cuyas sombras son negras son aquellas que siguen el ideal de la sociedad mientras que las de sombra blanca ven el mundo de forma distinta.

─ ¿Y yo podría cambiar la mía?

─ Por supuesto que sí, todo depende de tu mente ─le dijo el anciano mientras le tocaba la frente con el dedo índice─. Pero aún es pronto, ahora disfruta de la vida, pequeña.


En ese momento la cría hecho a correr a jugar como lo estaba haciendo antes. Mientras tanto el viejo continuó la frase en su cabeza: “Disfruta ahora que sin conocer la palabra felicidad y su significado eres feliz, pues con el paso de los años iras conociendo ambos pero por el contrario la iras perdiendo….”



jueves, 4 de julio de 2013

"El Manicomio" #Cap. 06 (Final)

#Capítulo 6. La Búsqueda Final

Viendo que la  puerta de la cámara no se podría abrir debido a la deformación que tenía, Aren se fue en busca de una barra o algo similar para poder hacer palanca y abrirla. Teniendo en mente que el loco aun andaba suelto y no sabía dónde está, abrió sigilosamente la puerta y asomo tímidamente la cabeza para ver si el pasillo estaba libre.

Una vez inspección el pasillo desde la puerta y no vio rastro de nadie salió muy despacio para evitar no hacer ruido.  Fue caminando muy despacio para no hacer ruido y finalmente logro llegar al otro extremo del pasillo donde estaba la sala de archivos y donde recordaba que había una barra con la que podría hacer palanca. Una vez entro dentro se puso a buscar por todos los rincones de la habitación. Miro por todas las esquinas, entre todas las estanterías que había apiladas en el centro de la sala y no lograba encontrar la barra que buscaba.

─ ¡Joder! ¡Donde estará la dichosa barra!

De repente un fuerte portazo sonó a sus espaldas, pero él lo ignoró pensando que la puerta se había cerrado debido a la corriente del aire. Aren continuo a lo suyo buscando la barra por toda la sala. De repente escucho como alguien carraspeaba a su espalda y tras  girarse su sorpresa fue encontrase la persona que antes había intentado matarles. Este ya no portaba el bate, ahora llevaba una barra de hierro la cual hacia girar con su mano.  

─ ¿Buscabas esto pequeño?

El asombro de Aren fue tan grande que quedó completamente paralizado. Era incapaz de moverse, de gesticular una sola palabra.

─ ¿No vas a decir nada? Venga, estamos en confianza.

Aren era incapaz de mover ni un solo músculo.

─ Bueno, pues si insistes en no huir muchas gracias por facilitarme las cosas ─le digo mientras le guillaba un ojo y comenzaba a correr hacia él soltando un fuerte grito─.

Según se iba acercando a este, puso la barra en posición horizontal apuntando hacia Aren. Este incapaz de moverse, solo podía ver como estos se acercaban cada vez mas y mas.....

Al día siguiente la ciudad de Hamar se levantaba con la siguiente noticia en sus periódicos:






lunes, 1 de julio de 2013

"El Manicomio" #Cap. 05

#Capítulo 05. Encerrado

Los chicos quedaron completamente bloqueados a la salida de la sala. Unas pisadas y unos golpes se acercaban y venían de la escalera. Aprovechando la oscuridad del fondo del pasillo se cobijaron en un rincón de esta.

─ Ni si quieras respires… ─le dijo Erik a Aren en susurro─.

De repente de la esquina que forma el pasillo con las escaleras apreció un varón de unos 30 años. Vestía unos pantalones blancos y una camisa de fuerza semidesabrochada completamente salpicados de sangre. En su mano derecha portaba un  bate de béisbol bastante dañando y el cual iba arrastrando.

─ Putas ratas…. ─dijo este por lo bajo─. ¡¡Quiero un poco de acción!! ─gritó mientras soltaba un fuerte grito de rabia y estampaba el bate contra la vidriera que tenía en frente haciendo esta añicos─.

─ No hagas ruido… ─volvíó susurrar Erik a Aren─.

Pero de nada sirvió, puesto que en ese preciso momento el móvil de Aren comenzó sonar.

─ ¡Joder apágalo!

─ ¡Eso intento!

En ese momento el varón del bate se percató de la situación y comenzó a caminar hacia donde se encontraban mientras arrastraba el bate entre los cristales que cayeron de la vidriera.

─ ¡Por fin! ¡Ya huelo a sangre! ─grito por lo bajo─.

─ ¡Joder! ¡Nos ha descubierto! ¿¡Qué coño hacemos!? ─pregunto Aren─.

─ ¡Rápido a la morgue! ─le contesto Erik─.

Los chicos retrocedieron y entraron en la sala. Buscaron una vía de escape y allí vieron una ventana. Erik le grito a Aren que saltarían por ahí pero al abrirla vieron que no era una gran idea, ya que la altura era considerable.

─ Piensa Erik…. Piensa…. ¡Piensa! ─se decía así mismo─.

─ Erik mira, alguna de las cámaras de cadáveres están libres y tienen un sistema que permiten que sean abiertas desde dentro, podemos hacer lo siguiente: Tiramos las mochilas al patio interior y nos escondemos en estas confiando que el loco ese pique el anzuelo…

─ No me gusta el plan, pero he de reconocer que es el mejor que tenemos hasta ahora… ¡Así que vamos!

Los chicos tiraron las mochilas por la ventana y estas cayeron al patio interior. Posteriormente cada uno de ellos se metió en una de las cámaras, todo ello justo a tiempo antes de que el varón entrase en la sala. Este entró y al ver las ventanas abiertas y las mochilas en el suelo del patio picó el anzuelo de que habían saltado por ahí. Nuevamente en un ataque de rabia y tras un fuerte grito estampó el bate contra las cámaras de los cadáveres, concretamente contra la puerta en la que estaba metido Erik.

Los chicos esperaron un tiempo prudencial para dar tiempo a que su cazador se fuera. Aren fue el primer en salir, debido a que ya empezaba a faltarle el oxígeno al estar encerrado en un espacio tan reducido. Cuando este aviso a Erik de que el peligro se había ido, fue el turno de este para salir. Erik giró la palanca interna para abrir la puerta y poder salir, pero debido al golpe recibido por el bate esta se había deformado quedando inutilizada.

─ ¡Joder Aren! ¡Sácame de aquí! ¡Me está empezando a faltar el oxígeno! ─gritaba desde el interior de la cámara─.

─ ¡Eso intento! ¡Pero no logro abrirla tampoco desde afuera!
Aren insistía en abrir la puerta pero lo más que abrió fue una pequeña rendija que le permito a Erik renovar el aire.

─ Erik escúchame, tranquilízate, voy a ver si busco algo para hacer palanca. Recuerdo que en la sala de archivos había una barra que quizás me sea útil, voy a buscarla. ¡Ahora vengo!

─ ¡Date prisa por favor!






sábado, 15 de junio de 2013

"El Manicomio" #Cap. 04

 #Capítulo 4. La Morgue.

Los chicos salieron de la sala de archivos y emprendieron el camino por el pasillo hacia el depósito de cadáveres. Los azulejos de las paredes estaban todos caídos en el suelo y hechos pedazos. Además de ello había un poco de luz que entraba a la mitad del pasillo por una de las vidrieras. Mientras tanto y como era de esperar Erik saco su cámara para filmar el recorrido entre ambas salas.

─ ¡Eyy amiguetes! ¿Qué tal? Bueno os preguntareis por qué parte del manicomio vamos, ¿verdad? Pues bien, ahora mismo acabamos de salir de la sala de archivos donde hemos encontrados unos documentos muy curiosos, y los cueles hemos tomado de recuerdo, y nos dirigimos hacia la morgue o también conocida como el depósito de cadáveres. Es la puerta que se ve al fondo ─dijo mientras enfocaba al final oscuro del pasillo─.

Tras llegar a la puerta abrieron esta y entraron dentro. Era una sala cuadrada y de frente se encontraban las cámaras donde introducían a los cadáveres. A la derecha de esta sala aún quedaban viejas camillas y algún que otro utensilio con el que trataban a los muertos.

─ Bueno pues ya estamos dentro, esto es la famosa morgue. Y yo me pregunto, ¿habrá aun cadáveres?

─ Mira esto Erik ─dijo Aren mientras señalaba a una de las pegatinas que había en la puerta de uno de las cámaras para los cadáveres─. Pone “Sujeto trece, veinticuatro de agosto de dos mil trece”.

─ ¿Y que tiene eso de raro?

─ Muy sencillo, se supone que este manicomio lleva cerrado por más de dos años y la fecha es de hace año y medio, es imposible que metiesen un cadáver aquí si ya habían cerrado las instalaciones…

─ Pues llevas razón… Y mira este, aquí pone “Sujeto veinte, once de septiembre de dos mil trece”. Es raro, cuanto mayor es el número del sujeto más reciente es la fecha. ¿Es posible que…?

─ No, no, no y no. No me estarás insinuando que ahí dentro ahí cadáveres, ¿verdad?

─ Solo tenemos una manera de salir de dudas…. ─dijo Erik mientras abría una de las puertas de los depósitos─.

En el momento en el que Erik abrió la puerta del depósito ambos vieron como dentro había un cuerpo totalmente descuartizado y completamente ensangrentado. Rápidamente Erik actuó cerrando la puerta pero uno de los brazos se venció y callo haciendo que la puerta no solo no cerrase sino que también quedara dicho pedazo medio colgando del lugar donde se encontraba. Tras pasar varios segundos de ver el cadáver ambos salieron del shock. Cuando volvieron de nuevo en sí mismo no eran capaces de creer lo que acababan de presenciar, pero para ello accidentalmente la cámara grabó parte de aquel hallazgo.

─¡¡Joder!!  ¡¿Has visto lo mismo que yo?!

─ ¡Me cago en mi vida! ¡Te dije que no eran una gran idea la de colarse aquí! ¡Vámonos a la de ya! Tú dirás los que quieras, ¡pero yo me piro! ─comentó Aren─.

─ Yo… yo… ¡Joder! ¡Esto no tenía que haber salido así! Está bien, volvamos…

Los chicos salieron de sala y emprendieron el camino de vuelta por el pasillo para llegar a las escaleras y así poder bajar a la planta baja y salir de aquel lugar, pero fue poco lo que duró. Al momento  de empezar a caminar escucharon el sonido de algo arrastrándose y golpeándose.

─ ¿¡Qué coño es eso?!

─ No preguntes “que” sino “quien”, ¿no escuchas las pisadas que vienen de la escalera? ─comentó Erik─.




martes, 11 de junio de 2013

"El Manicomio" #Cap. 03

#Capítulo 03. Dentro del manicomio. La sala de archivos

Una vez que se colaron se dirigieron hacia la puerta de la valla que previamente se habían encontrada cerrada. Enfrente de esta había un gran portalón que daba al patio interior del manicomio. A medida que lo atravesaban, la luz de la calle iba desapareciendo poco a poco ya que los muros del edificio la apantallaban.

─ Creo que va siendo hora de ir sacando las linternas ─dijo Erik mientras se descolgaba la mochila para cogerlas─. Ten toma esta, será mejor que la tuya.

─ Gracias.

En ese momento prendieron las linternas haciendo que parte de la penumbra desapareciera. Ambos empezaron apuntar hacia diferentes puntos de la cara interior del edificio. La estructura estaba muy deteriorada y parte de los ventanales destrozados. Nuevamente y como era de esperar Erik saco su cámara.

─ Bien, esto que ven ahora ustedes es el patio interior del manicomio, como se puede apreciar las ventas están completamente destrozadas por pedradas así que supongo que no somos los primeros que nos introducimos aquí. Ahora viene la duda, ¿por dónde empezamos?

─ Yo creo que por la entrada ─dijo Aren mientras apuntaba con la linterna a una puerta de la cual colgaba un cartel que ponía “entrada”.

─ Pues yo creo que también, así que vamos para allá ─dijo mientras volvía guardar la cámara─.

Caminaron hasta la puerta de la entrada pero al llegar a ella se encontraron con que era imposible abrirla ya que un viejo cascote del edificio dificultaba su apertura. Como este acceso estaba restringido los chicos se pusieron a buscar por el patio otra alternativa para poder entrar dentro. Fue entonces cuando Aren encontró una ventana de la cual las rejas habían sido arrancadas y la vidriera estaba rota permitiendo el paso atreves de ella  al interior del edificio.

La ventana estaba llena de cristales en la parte de fuera pero no en la de dentro, lo que indicaba esa ventana  había sido rota desde el interior. Una vez entraron fueron a dar a una de las habitaciones de los interinos. Era una habitación cuadrada de poco más de tres metros por tres metros. En ella aún quedaba un viejo somier y con un colchón completamente roído por las ratas. Al fondo, en el centro de la pared, había una gran puerta de gran grosor con una pequeña mirilla que estaba entre abierta. Los chicos avanzaron entre el ruido que provocaban  los azulejos que había en suelo.

Tras salir de ese cuarto se encontraron un pasillo central, el cual tenía habitaciones aun lado y a otro del mismo.

─ ¿Hacia dónde vamos? ¿Izquierda o derecha? ─pregunto Erik─.

─ Buff… no se… pero estoy empezando a tener un mal presentimiento….

─ Si lo que quieres es acojonarme no lo lograras ─le contesto Erik mientras apuntaba hacían un fondo del pasillo y el otro─. Vayamos para allá, según ese cartel debería de haber unas escaleras al final del pasillo.

Los chicos comenzaron a avanzar, Erik encabezaba la línea mientras que Aren iba cubriendo la retaguardia. Finalmente llegaron a las escaleras.

─ Mira eso ─comentó Aren mientras señalaba a un cartel que había en las escaleras de subida─. Pone… Ar… Archivos y Morg… ¿Morg que?

─ ¡Morgue tío! ¡El depósito de cadáveres! ─gritó exaltado Erik─. ¡Vamos para arriba!

Los chicos subieron por las escaleras y se toparon con un nuevo pasillo, esta vez el recorrido era menor hacia la izquierda, donde se indicaba que estaban los archivos y mayor hacia la derecha donde se indicaba que estaba la morgue.

─ Vayamos primero a sala de archivos y después a la morgue, ¿no crees Erik?

─ Va por mi bien, vayamos para allá.

Ambos se dirigieron hacia la sala de archivos y aunque pareciera increíble aun contenía datos sobre los antiguos internos. Mayoritariamente contenía los históriales de los locos que habían fallecido allí, puesto que los más actuales no estaban. Los chichos se pusieron a escusandear estos.

─ Mira Erik, escucha.

Nombre: Rolf L. G.
Edad: veintinueve años.
Peligro para la sociedad: Alto riesgo elevado.
Patología: Ataques psicóticos de violencia.
Historial: El paciente Rolf L. G. ha sido ingresado en la unidad del manicomio de Hadermask debido a que sufre repentinos ataques psicóticos de violencia. Se le considera de un gran peligro para la sociedad por lo que ha sido encerrado en el módulo de alto riesgo en el nivel del sótano. El sujeto es una persona solitaria y siente un gran desprecio hacia la sociedad lo que sumado a sus ataques le llevaba a realizar actos macabros de asesinato. El sujeto disfruta viendo como sus víctimas se retuercen de agonía. No siente ningún tipo de sentimiento hacia el ser humano.
Fecha de ingreso: veintidós de mayo del año mil novecientos noventa y dos, a las trece horas y nueve minutos.
Fue atendido por: Dr. Lizuan.


─ Joder, menudo menda jaja. Trae, esto va para el recuerdo ─dijo mientras arrancaba la hoja del cuaderno y se guardaba en la mochila─. Bueno creo que es suficiente, vayamos hacia donde está la acción…. ¡La morgue!




domingo, 9 de junio de 2013

"El Manicomio" #Cap. 02

#Capitulo 02. La intrusión 

Fueron pasando los días y por fin llegó el fin de semana tan esperado por los dos. Erik empezó a llenar la mochila. De debajo de su cama sacó todo lo que necesitaba y comenzó a ponerlo en lo alto de la cama para irlo metiendo en la mochila. Llevaba dos linternas, pilas por si fueran necesarias además de una cámara para fotografiar y grabar todo aquello que fuera necesario. Además echó algo comida por si le entraba hambre y precavido por lo que pudiera pasar, dado que podrían surgir accidentes, llevaba algunas vendas y otros materiales para realizar curas rápidas.

Una vez lo tuvo todo lo guardó en la mochila y salió a despedirse de sus padres. Tras ello salió de casa y se dirigió a lugar donde había quedado con Aren. Tras varios minutos de espera vio como este llegaba. En ese momento saco la cámara y empezó a grabar.

─ Bueno, y ese que vemos venir por ahí es Aren. La voz que ustedes escuchan es la de Erik. Bueno que tal Aren, ¿como ves lo de esta noche?
─ Pues la verdad es que voy acojonado, no sé yo si va a ser una buena idea….

─ Tranquilo veras como si, además con lo que grabemos y fotografiemos podremos fardar delante de nuestros compañeros de clase jaja. Bueno, ahora nos vamos a colar en el viejo manicomio. Si, han oído bien, en el viejo manicomio del lago Mjøsa. Así que les dejamos, ¡chao!

En ese momento Erik cortó la grabación y guardo la cámara en la mochila. Ambos comenzaron a caminar hacia su destino y entre risas y charlas terminaron llegando a este.

─ En serio, me lo estoy volviendo a pensar, no creo que sea buena idea ─comentó Aren─.

─ Venga, no me seas gallina, lo más que podemos encontrar son ratas debido a que lleva cerrado varios años, ni que aun quedasen locos suelto por ahí. Además estará guay ver los informes de los locos, seguro que hay historias muy graciosas jaja.

─ Sigo sin estar convencido…


* * *


Finalmente llegaron al manicomio. Este era un gran edificio de estructura rectangular con un gran patio interior. Tenía al menos dos plantas que se podían distinguir desde afuera. También le rodeaba una gran valla de unos cuatro metros de altura.

Cuando llegaron a la puerta principal y como era de esperar, se encontraron en la valla con una gran puerta que tenía puesta una cadena bastante gruesa y un gran candado.

─ Joder… bien empezamos…. ─comento Erik─.

─ Busquemos algo con lo que poder hacer palanca o golpearlo, ¿no crees?

─ No, no es necesario, ya sé cómo hacerlo pero necesitamos de la ayuda del otro. ¿Ves aquel árbol? Pues va a ser nuestra escalera para saltar la valla. Primero subirá uno, una vez arriba dejara la mochila colgada en árbol y bajara por la valla hasta dentro. Después el otro subirá al árbol y le lanzara las mochilas al que ya esté dentro y finalmente terminara bajando por la valla acabando todo dentro y sin problema. Pero antes espera, toca nuevo video.

Erik saco nuevamente de la cámara de la mochila y se puso a grabar.

─ Bueno señoras y señores, ya estamos en las puertas del viejo manicomio, solo que como podéis ver, nos hemos topado con un pequeño inconveniente ─dijo mientras enfocaba con la cámara a la cadena y el candado─. Pero como siempre, tenemos un plan b, nos colaremos usando aquel árbol del fondo como escalera. Cuando estemos dentro volveré a grabar para contaros como ha ido todo jaja.

Una vez guardo la cámara y con la mochila a cuestas escaló el árbol y dejó la mochila colgada de una de las ramas. Tras ellos empezó a descender por la cara interior de la valla.

─ Vamos Aren, ¡te toca!

Aren subió por el árbol, se quitó la mochila y se la lanzó a Erik. Una vez que la cogió y la dejó a un lado, le lanzó la otra. Finalmente Aren terminó entrando dentro del recinto. Erik nuevamente sacó su cámara y se puso a filmar.

─ Bueno pues ya estamos dentro, calle, manicomio, calle, manicomio ─decía mientras apuntaba con la cámara a uno y a otro─. Ahora comienza la verdadera aventura.

Y así fue, así comenzó un gran aventura que ninguno de ellos podría olvidar si es que eran capaces de salir de dicho lugar con vida….





"El Manicomio" #Cap. 01

#Capitulo 01. Erik y Aren


   ¿Qué ocurre cuando un manicomio es cerrado pero no desalojado por completo? Esta es la historia de Erik y Arne, dos chavales de apenas dieciséis años. Erik era un chico de familia de clase alta mientras que por el contrario, Arne era un chico que pertenecía a una familia de clase baja.

  Ambos residían en Hamar, una ciudad del municipio de Hadermak, en Noruega. Esta ciudad estaba localiza en la orilla oriental del lago Mjøsa, el mayor lago del país. A orillas de este se encontraba el viejo manicomio de la ciudad, el cual presentaba grandes síntomas de deterioro. Por ello decidieron trasladar a todos los internos a unas nuevas instalaciones que habían hecho en la ciudad. Hacía  dos años que los internos se había traslado al nuevo manicomio, por lo que este llevaba todo ese tiempo abandonado.

   Erik y Arne siempre que salían de la escuela pasan por las puertas de este y siempre tuvieron curiosidad por saber que se escondía detrás de ellas.

─ Joder Arne, algún día tenemos que colarnos en el viejo manicomio, me muero de ganas de saber que esconde y si aún quedan papeles de los locos que había antes.

─ Seria una gran excursión solo que la falta de tiempo es un problema.


─ ¡Ya lo tengo! Este fin de semana diremos a nuestros padres que nos iremos a dormir el uno a casa del otro y aprovechamos para colarnos. Así que vete preparando material que este fin de semana descubriremos se esconden detrás de esas puertas….




sábado, 18 de mayo de 2013

"Proyecto Venus" #Cap. 04


#Capítulo 04. Damparken

A la mañana siguiente, como todos los días me levanté y me arreglé para ir a desayunar. Tras el desayuno me dirigí al despacho de Malkova, pues nos había vuelto a citar. Cuando llegué, allí ya estaba Hanne esperando.

─ Buenos días, ¿qué tal estas? ¿Has dormido algo?

─ Que va no he podido ─dijo ella mientras se rascaba los ojos─.

─ Yo tampoco he sido capaz, no he podido de dejar de pensar en lo que le pasara a Susanne.

─ Ya, yo igual…

En ese momento el superior llegó y pasó a su despacho haciéndonos entrar.

─ Le traigo los papeles que nos dieron para los tram…

─ Traiga aquí ─dijo Malkova mientras me los arrancaba de la mano y los tiraba a la basura─. Estos son sus nuevos documentos falsos, en tres días llévenlos al centro de huérfanos y comiencen con los tramites, ahora pueden marchar.

Hanne y yo salimos del despacho  maldiciendo a ese hijo de mala madre. Solo le importaba su proyecto, le daba igual la gente que en él trabajaba, su fin era llevarlo a cabo y guardarse el dinero.

─ Cada día tengo más ganas de estrangular a este tío.

─ Cálmate Henrik, no hagas algo de lo que te puedes arrepentir.

─ Tranquila que no lo haré, y me refiero a lo de arrepentirme.

─ Te recuerdo que estamos jugando con fuego…

─ Ya, ese es el problema.

─ ¿Te apetece que salgamos a dar una vuelta a ver si nos olvidamos de esto un poco?

─ Va…

Salimos a dar un paseo por Damparken, un parque cercano que había a MIND. Era un parque en el que había un lago central navegado por una gran cantidad de patos.  Además de ello había una gran fauna de aves que volaban por encima y alrededores de este.  Este parque también era conocido por las esculturas que lo adornaban. Era un lugar tranquilo y relajante. Tras estar todo el día por allí, y comer en un bar cercano, regresemos a la Organización.  Cuando llegué allí nuevamente acompañé a Hanne a su cuarto. De camino al mío me encontré con Bent.

─ ¿Qué pasa, y tu pareja?

─ Te recuerdo que solo es ficticia.

─ Ya… Eso es lo que dices jaja

─ Por desgracia si, solo es ficticia…

─ Ves si ya sabía yo…  ¿y cuando te vas a declarar pequeño caballero? Jaja ─dijo mientras me guiñaba un ojo y me echaba la mano al hombro─. Venga vamos a tomarnos algo y me cuentas.

Yo no quería pero finalmente Bent me convenció para salir a tomar y como no, también acabe contándole todo.  Conocía a Hanne de solo veinticuatro horas que había pasado con ella, pero tenía que reconocer que salvo por lo de Susanne, hacia tiempo que no pasaba unas veinticuatro horas tan feliz y a gusto conmigo mismo.




martes, 14 de mayo de 2013

"Proyecto Venus" #Cap. 03

#Capítulo 03. Susanne


Aquella misma tarde fuimos a los centros de huérfanos. Aun no nos creíamos lo teníamos que hacer, pero debido a las condiciones de MIND debíamos hacerlo quisiéramos o no. Aquellas condiciones eran la amenaza de muerte. Todo aquel miembro que no cumpliera ordenes o normas sería ejecutado cruelmente. De hecho, tres miembros aparecieron asesinados durante los cinco días que llevaba allí.

Tomamos nuestros vehículos y nos dirigimos a las direcciones que Malkova nos había dado. Bent y Kirsten fueron por un lado y Hanne yo por otro. Nosotros nos dirigimos a una residencia de huérfanos situada en el pueblo de Vojens, situado a unos catorce kilómetros de Haderslev.

Cuando llegamos allí, nos bajamos del coche y nos dirigimos hacia la puerta. Tras llamar, la directora del centro salió a recibirnos.

─ Bunas tardes joven pareja, ¿Qué desean?

─ Hola, buenas tardes ─conteste yo─ queríamos adoptar un niño, nos han comentado que aquí podríamos hacerlo.

─ Están en lo cierto, pasen, pasen.

La directora nos abrió las puertas y pasamos dentro, ella nos dirigió por los pasillos de aquella residencia hasta su despacho.

─Bueno, cuéntenme, que querían adoptar, ¿un niño o una niña?

─ Pues… la verdad, preferiríamos una niña, ¿verdad cari? ─contestó Hanne.

─ Pues la única niña  que tenemos ahora mismo es Susanne. El resto de niñas ya están apalabradas con otras parejas, siento las molestias.

─ No se preocupe. El caso es dar una mejor vida a estos niños.

─ Si bueno… pero Susanne… es especial. Es una niña poco sociable, siempre metida en su mundo. Además desde que llegó al centro nunca hemos conocido su voz. Diferentes psicólogos la han examinado y al parecer el que no hable se debe a un trauma que obtuvo  cuando presenció una las diputas entre sus padres, concretamente cuando tras una de estas peleas el padre mató a la madre y después se suicidó delante suya. Al parecer, según los psicólogos, relacionas dichas voces con la violencia y la muerte, de ahí que para evitarlas no pronuncie ni una sola palabra.

En ese momento, tanto a Hanne como a mí se nos encogió el corazón. Por lo que había pasado la pobre y lo que le quedaría por pasar en MIND. La directora prosiguió:

─ En estos papeles están todo los documentos que han de presentar y como han de hacerlo. De momento les dejo apalabrado a Susanne, si por el contrario se lo piensan, por favor avisen. Eso es todo.

─ Pues muchas gracias por su atención, en cuanto tengamos los documentos comenzaremos con los trámites ─dije yo─.

─ ¿Desean que les acompañe a la salida?

─ No, gracias, sabremos llegar jeje. Bueno pues lo dicho, muchas gracias por prestarnos su atención.

─ De nada, a ustedes.

Mientras salíamos del centro vi como a Hanne se le derramaba una lágrima. La eche el brazo por el hombro abrazándola.

─ Es una pena por lo que va a pasar la pobre, sino fuese ya suficiente cruel su vida ahora esto…─ susurró ella por lo bajo─.

─ No te preocupes, todo saldrá bien, ya lo verás.

Tras salir del centro emprendimos la vuelta a MIND. Por el camino de repente sonaron nuestros locs. El “loc” era una mezcla entre móvil y busca que la Organización nos dio para tenernos controlados y poder comunicarse con nosotros mediante un servicio de correos exclusivo de ellos.

─ Continua conduciendo ─me dijo Hanne─ es un mensaje de Malkova, nos ha vuelto a citar mañana en su despacho.

─ Este hijo puta… a saber que tiene ahora en mente.

Continuamos nuestra marcha hasta MIND. Una vez allí acompañe a Hanne hasta su habitación y una vez me despedí de ella me dirigí a la mía. Aquel día ninguno de los dos teníamos apetito para la cena.

Una vez llegué a mi cuarto encendí la radio para escuchar música mientras me daba una ducha relajante. Cuando salí de ella me tumbé en la cama y caí dormido. Aquel día por fin termino, pero jamás pensé que desde aquel día comenzaría un infierno.




domingo, 12 de mayo de 2013

"Proyecto Venus" #Cap. 02


#Capítulo. 02 John Malkova, el Superior

Como cada día desde hacía cinco me tocó el despertador a las 08:00 horas. Tenía una hora para levantarme, asearme, vestirme e irme hacia el comedor de la Organización para desayunar.

Cuando llegue allí aún estaba cerrado y en la puerta esperaban otros miembros de MIND. Entre ellos estaba Bent L., uno de los miembros con los que más amistada había cogido en los cinco días que llevaba en la Organización.

─ Buenos días, Bent ─le saludé─.

─ Buenos días, Henrik. ¿Qué tal? ¿Has visto hoy el correo? 

─ Si, lo he visto, a ver que nos quiere el Superior.

─ A saber, porque desde que entramos aquí nos llevan un secreto de todo que madre mía… 

─ Veremos a ver que quieren luego, ahora a comer que ya están abriendo.

Tras tomar el desayuno ambos nos reunimos y pusimos rumbo al despacho del Superior. Cuando llegamos allí había otras dos chicas esperando.

─ ¿Esta reunido el Superior? ─les pregunté─.

─ No, no hay nadie, está cerrado ─contestó una de ellas─ ¿También os ha citado?

─ Pues parece ser que si ─contesté yo─ Supongo que trabajáis aquí, ¿no? 

─ Si, yo soy Hanne y ella es Kirsten ─dijo señalando a la otra chica─.

─ Pues nosotros somos Bent ─dije señalandole─  y un servidor, Henrik.

En ese momento llegó el Superior, abrió su despacho y nos invitó a entrar. Las chicas se sentaron en las sillas que había delante de su escritorio y nosotros nos quedamos de pie detrás de ellas.

─ Me presento, soy John Malkova, el Superior de MIND. Como sabéis necesitamos sujetos para nuestro experimento así que para que nadie sospeche irán a esta dirección ─dijo mientras nos entregaba un papelito─ y se harán pasar por parejas que quieren adoptar a uno de los niños. Nadie debe sospechar nada, ¿de acuerdo?

─ Si, si ─contestamos nosotros con cara de atónitos ─.

─ De acuerdo, eso es todo, pueden marchar .

Cuando salimos todos del despacho nos miramos con caras de aun no creer lo que había dicho. ¿Niños para los experimentos?





sábado, 11 de mayo de 2013

"Proyecto Venus" #Cap. 01


#Capítulo 01. Henrik Klarskov.

Mi nombre es Henrik Klarskov, soy original de Dinamarca y residía en una ciudad llamada Haderslev situada al sur de Jutlandia. Esta ciudad estaba marcada por dos incendios que sufrió y que destruyeron parte de esta, además de una tragedia ocurrida cuando un barco se incendió en el embalse situado en el canal, canal que dividía en dos a la ciudad, y donde murieron  más de medio centenar de personas.

Allí trabajaba para la Organización MIND. Esta Organización se dedicaba a la creación de una
nueva era de "superhumanos", capaces de realizar todo con el poder de la mente, desde el clásico mover objetos hasta el poder de hacerlos arder, explotar, etc.  MIND trabaja con tres sujetos principales denominados Venus, Mercurio y Urano además de otros. Su meta era conseguir que estos tres sujetos lograran esos poderes y fueran capaces de transmitirlos a descendientes, ya fuese de otro sujeto con poder o un humano corriente.

Para ello la Organización tomó a los niños de una pequeña residencia de huérfanos donde residían, por si el experimento fallaba que nadie los echara en falta. Los sujetos tenían entre 6 y 8 años cuando la Organización los reclutó para los experimentos. Básicamente el proyecto se dividía en dos partes, una primera en la que borrar totalmente la identidad memorística de los sujetos y una segunda en la que crear una nueva.

Yo estaba destinado al Proyecto Venus. Cuando empecé aún no se habían reclutado dichos sujetos, de echo yo y otro compañero, Bent L., nos encargamos de su búsqueda. Ya han pasado 13 años desde que todo empezó, pero debido aun fallo en el proceso, ocurrió una catástrofe dentro de la Organización, otra más para la ciudad de Haderslev.

Por ultimo decir que esto no lo escribo yo. A causa de esta catástrofe ocurrida, yo ahora, estoy muerto. Una era de descontrol ha comenzado.




sábado, 4 de mayo de 2013

"Programa D. Un mundo invertido" #Cap. 10 (Final)


#Capitulo 10. GO BACK

De repente Nº1 sacó una granada de mano y la lanzó contra la tapa. Esta salió despedida por los aires y abrió un gran boquete en el asfalto de la calle. Rápidamente ascendimos a la superficie y nos ramificamos para perderles de vista.

Era un noche lluviosa y fría, el agua no cesaba y la persecución que iba detrás de mi tampoco. Logré esconderme en un callejón oscuro, por fin lo tenia conmigo, había logrado hacerme con él, el CD con el programa de los sueños era mio.

Las pisadas y los haces de luz de las linternas rompían la oscuridad y el silencio de la noche, se escuchaba el alboroto de gente gritando: "¡Sal cabrón!" "¡Te freiremos a tiros!" "¡No tienes escapatoria, rindete!".

Todo parecía haber acabado, por fin sería libre de huir con el programa, pero solo lo parecía. Detrás mía escuché como las pisadas de alguien se acercaban sigilosamente hacia mi. Al darme la vuelta vi como una silueta me apuntaba con el cañón de un arma.

─ No deberías haber hecho lo que has hecho. 

─ Cierto, nunca debí haber creado el programa D.

─ Ahora eso da igual, vas a caer y perderás el control de quien utilice el programa, la luna llena será testigo de ello...

*Disparo*

En ese momento una bala atravesó el cráneo de la silueta que me apuntaba haciendo que esta cayera abatida.

─ ¿A caso pensabas divertirte sin mi? ─sonó una voz mi derecha─.

Es voz... Era ella... Al girarme la puede ver, aun apuntando al hombre que me amenazó.

─ ¿A-Alice? 

─ Tranquilo, sigo viva, solo un pequeño rasguño en el hombro izquierdo ─me sonrió─.

─ Pe-pero si tu estabas... S-si yo mismo comprobé que...

Enseguida me levante del suelo y la abracé los mas fuerte que pude.

─ Lo que me disparó DOC no era una bala común, era una bala especial que al impactar contra el cuerpo se rompe dejando en la circulación del organismo dos sustancias, un paralizante temporal, de ahí que no tuviera pulso y demás  y otra que hacia que la sangre fuera mas fluida, haciendo mas macabro el desangrando cuando no lo es. Pero eso ahora es lo de menos, creo que hay algo que tienes que destruir, ¿verdad? 

─ Si, tenias razón, no han pasado ni 24 horas desde que lo cree, pero creo que es lo mejor.

Tomé el CD de mi bolsillo trasero del pantalón y lo deposité en el suelo. Aprovechando la única bala que me quedaba en el arma apunté hacia este y puse punto final al programa Dreams.

*Disparo*


THE END





"Programa D. Un mundo invertido" #Cap. 09


#Capitulo 9. LA HUIDA

"En realidad a Alice yo nunca...." Esa fueron las ultimas palabras de DOC. Nunca llegamos a saber que iba a decir porque su vida expiró antes. Cuando todos volvimos en si después de la escena sucedida con DOC comenzamos la huida. Si era cierto lo que dijo DOC, no podríamos salir por donde entramos, habría que buscar otra salida. 

Comenzamos un ascenso completamente improvisado durante el cual íbamos planeando el por donde huir. Nº1 y Mike se iban abriendo paso, mientras que los Tangos iban cerrando la cola. Mientras íbamos ascendiendo caí en la cuenta de que otra de las canalizaciones de del subterráneo pasaba por el nivel 3 y por ello la descarté.

 Chicos  acabo de recordar que igual que hemos entrado por el nivel 5 podemos salir por el nivel 3. Una vez allí nos introduciremos en las canalizaciones y cambiaremos el rumbo, la única pega es que no las conocemos y no sabemos con que podemos encontrarnos.

 Seguro que es mejor que los hombres de DOC, así que ya nos estas guiando pequeño GPS ─comentó Mike.

 Por el momento lleguemos al nivel 3, luego os iré guiando.

Continuamos subiendo niveles y esquivando cadáveres y escombros al igual que cuando bajamos. No se si seria por ir en contra de la gravedad pero el ascenso se me estaba haciendo eterno. Una vez llegamos al nivel 3 saqué mi portátil de la mochila y busqué cual era la sala y el punto en el que ambas paredes eran una. Una vez lo encontré se lo indiqué y ellos se encargaron de echar la pared abajo con una granada. 

Los cinco nos introducimos en el laberinto en el mismo orden que íbamos anteriormente. Mientras tanto yo les iba guiando. Transcurrido unos 500 metros escuchamos unas voces que no eran las nuestras. 

¡Alto! gritó por lo bajo Mike ¿Que son esas voces?

 Vienen de allí, ¿serán los hombres de DOC?

Al parecer unos de los cruces unía nuestra vía de escape con la utilizamos para introducirnos y donde se encontraban parte de los hombres de DOC. De repente se escuchó: "¡Van por allí! ¡Moveos! ¡Moveos!". Eran ellos, nos habían detectado y rápidamente se pusieron en marcha al igual que nosotros para huir.

Mientras huíamos se escuchaban como iban disparando a lo loco y como las pisadas nos perseguían. Logramos llegar a una alcantarilla por la que huir a la calle, pero cuando fueron a levantarla esta no lo hizo. 

 ¡Joder! 

 ¡Mierda!

 ¡Tangos retroceder al cruce y cubrirnos! ¡Vosotros retroceder también  dijo Nº1 refiriéndose a Mike y a mi Si no es por las buenas será por las malas.




"Programa D. Un mundo invertido" #Cap. 08


#Capitulo 8. NIVEL 26

Tras la explosión perdí la conciencia por unos segundos y cuando la recuperé lo único que veía era una gran nube de humo y lo único que escuchaba era un fuerte pitido en los oídos. Permanecí tumbado en el suelo por unos segundos mas cuando empecé a escuchar unas voces de fondo.

─ ¿Eres tu? ¿Estas bien?

De repente vi como una silueta aparecía entre la nube de polvo y se acercaba hacia mi, era uno de los tangos. Este me ayudó a incorporarme y apoyado en el anduve unos metros hasta que me puso a cubierto. Comenzó a inspeccionarme.

─ No pareces que tengas nada, ¿puedes continuar, no? 

─ Su-supongo que si...

Me puse en pie y junto con ellos continué descendiendo hasta el nivel 26. A medida que ibamoss avanzando nos íbamos encontrando con cuerpos abatidos por todas partes y los cascotes que había producido alguna que otra granada. Durante la travesía hasta la sala de informática la vía estaba libre, los otros miembros se habían encargado de abrir paso hasta ella. Era bastante confuso andar apoyado de la visión nocturna esquivando cadáveres y restos de cuerpos que habrían surgido de las explosiones. Tras el largo descenso, por fin logramos alcázar al nivel 26.

Allí estaban Nº1 y Mike, eran los únicos que llegaron con vida. En total eramos cinco personas de veintidós que habíamos emprendido la aventura. 

─ ¿Habéis encontrado el programa? ─pregunté─.

─ No, hemos buscado por toda la sala pero no hemos dado con él...

─ Joder... y... ¿ habéis mirado en las disqueteras?

─ ¡Mierda! como no hemos caído antes...

Los cinco nos pusimos abrir todas las disqueteras de los ordenadores que había en la sala, hasta que cuando habíamos perdido la esperanza, en la ultima disquetera apareció el CD.

─ ¡Lo tengo! ¡Lo hemos recuperado! ─grité─.

En ese momento escuchamos como alguien daba unos golpes en la puerta de la sala. Al girarnos para ver quien era nos encontramos allí a DOC.

─ ¿Sabéis que aun os queda salir de aquí  verdad? Tengo varios hombres esperando en vuestros vehículos .. y muy buen plan de asalto por cierto...

En ese momento algo se apoderó de mi y ajeno al movimiento tomé la Desert Eagle y le disparé tres balas a DOC. Una de ellas alcanzó su brazo, otra su hombro y la última y mortal alcanzó su mejilla derecha. Se desplomó de rodillas y cayó al suelo, y entre la fuerte agonía pronunció la siguiente frase: "En realidad a Alice yo nunca..."




"Programa D. Un mundo invertido" #Cap. 07


#Capitulo 7. ASALTO AL NÚCLEO

Tras la fuerte explosión se formaron una gran cantidad de cascotes que cayeron hacia la sala de R.E.D.A. y una gran nube de humo que nos envolvió. El grupo comenzó avanzar hacia el interior.

─ ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ─gritaba Nº1─.

Entre la nube de humo y los disparos el grupo se iba abriendo paso. Los miembros de la organización iban cayendo uno a uno. Continuamos avanzando por los pasillos y escaleras descendiendo hasta nuestro primer objetivo, el núcleo. La puerta estaba cerrada, había que echarla abajo. Uno de los Charlies tomó una granada explosiva y la lanzó contra esta abriendo un orificio para poder pasar. Dos de estos Charlies se quedaron escoltándome mientras el resto del grupo continuaba bajando al nivel 26. 

Entre rápidamente en la sala del núcleo  Era una sala circular con en pequeño podio central sobre el que estaban los ordenadores que controlaban el núcleo. Saqué mi portátil de la mochila y empecé a conectarlo con este. Cargué los discos en el portátil para poder piratear el sistema de seguridad de R.E.D.A. y cortar toda la corriente. 

Mientras estaba tratando de romper el escudo el ruido de los disparos a mis espaldas no cesaban. En una de estas uno de los Charlies cayó abatido.

─ ¡Joder tío! ¡Date prisa! ─me grito el otro Charlie─.

─ ¡Joder! Hago lo que puedo, ¡dame diez segundos!

En ruido de los disparos y casquillos cayendo al suelo no cesaba, pero por fin logré romper el escudo de seguridad y desconectar toda la red enemiga, logrando así quedar a oscuras y poder usar como ventaja sobre ellos la visión nocturna, pero antes de que el Charlie se pusiera las gafas, uno de los enemigos disparo a lo loco abatiendo a este. En ese momento solo quedamos la oscuridad, la Deseert Eagle, yo y un enemigo. Rápidamente me oculté detrás del mesa sobre la que estaban los ordenadores. Tomé mi arma y me asomé por el lateral de esta buscando al enemigo con ayuda de la visión nocturna. 

Allí estaba, entrando por la puerta. Apunté y le derribé con dos tiros, solo me quedaban cinco balas. Teniendo en cuenta que no soy una fuerza de élite solicite escolta al resto del grupo.

─ Chicos, ¿me escucháis? Mis dos escoltas han caído y necesito de ellos si quiero salir con vida.

─ Aquí Tango dos y cuatro, estamos en el nivel 14, uno por debajo. Si logras llegar aquí te ofrecemos escolta.

La cosa estaba así: necesitaba bajar un nivel con solo cinco balas y sin escolta. Tomé la mochila con el portátil y el resto del material y emprendí el descenso. Cuando estaba apunto de encontrarme con los Tangos, al girar la última esquina, una fuerte explosión me sorprendió. La energía de esta me derribó y parte de los cascotes que saltaron me golpearon. A continuación una nube de humo me envolvió y solo escuchaba un fuerte zumbido en mis oídos...




viernes, 3 de mayo de 2013

"Programa D. Un mundo invertido" #Cap. 06

#Capitulo 6. PLAN DE ASALTO

Inmediatamente me dirigí a mi sala en el laboratorioTranquilamente tomé uno de los portátiles, un par de baterías y los CD's con el software necesario para romper el escudo de R.E.D.A. También tomé otros útiles y una foto tamaño carnet que tenia de Alice en mi escritorio y que guarde en mi cartera. Busqué una mochila donde poder meter todo el material y mientras hacia tiempo hasta la hora de la reunión, en el monitor del escritorio, me puse a trazar un plan para nuestra infiltración. Estuve buscando en mis discos duros por si aun me quedaban programas o algo de utilidad de cuando trabaja en la Organización enemiga.

Cuando ya lo tenia todo emprendí mi marcha hacia el subterráneo en el que habíamos acordarnos vernos.

Cuando llegué alli los equipos de seguridad estaban cargando el equipo y armamento en los vehículos  Tenían un mesa central que habían improvisado para trazar el plan. El Nº1 nos llamó a todos al centro. El equipo de ataque estaba compuesto por 20 miembros, sin incluir ni al Nº1 ni a mi. Este tomó la palabra:

─ Esta bien señores, nos disponemos a infiltrarnos en la Organización R.E.D.A. Nuestro propósito es el de hacernos con el conocido programa D.

Perdona que te corte dije interrumpiendo el discurso de Nº1 Esto que veis aquí dije mientras les mostraba la pantalla del portátil es la estructura 3D del edificio en el que nos meteremos. A simple vista es un edificio normal al igual que Deka, pero como nosotros, los niveles de la organización se encuentran en el subsuelo. Son un total de 27 niveles. Lo primero de todo es alcanzar el núcleo del sistema, el cual se haya en el nivel 13, necesito que me llevéis hasta allí para inutilizar sus sistema informático. El resto os dirigiréis al nivel 26, allí esta la sala de informática donde sospecho que intentaran abrir el programa o hacer la copia.

 ¿Alguna forma de infiltrarse previamente sin que nos detecten? comentó unos de los miembros de seguridad.

 No, así que ir preparados porque habrá lluvia de balas. Una vez visto la manera de movernos dentro del edificio que es lo complicado, viene lo fácil. Para infiltrarnos en el edificio nos ayudaremos del sistema de alcantarillado de la zona, como podéis ver aquí, una de las canalizaciones del laberinto subterráneo pasa al lado de una de sus salas a la altura del nivel 5, y tranquilos que yo os abro paso. Lo difícil será sortear a los miembros de seguridad, llegar primero al núcleo y después a la sala de informática. Eso es todo cuanto os puedo informar, el resto lo tendremos que ir viendo sobre la marcha.

Una vez termine el discurso cerré el portátil y lo metí en la mochila. Mike se acercó a mi para darme un equipo de defensa que constaba de un chaleco antibalas, un casco de protección y un arma denominada Desert Eagle de calibre 11mm. 

Ellos portaban lo mismo, chaleco y casco pero las armas ya eran otra cosa. Iban equipados con 9mm y Desert Eagle, ademas de un M16 a sus espaldas. También portaban cuchillos y pequeñas granadas de humo y explosivas.

Una vez todo el mundo estaba ubicado en su grupo y se habían explicados los movimientos a realizar, nos repartimos en los diferentes vehículos todo-terrenos y emprendimos la marcha.

Tras unos minutos de travesía llegamos al punto de acceso, un alcantarilla situada en un parking al aire libre. Era las 01:00h y el cielo de la noche se empezaba a cerrar amenazando lluvia. Tras bajar de los vehículos uno de los Charlies se dispuso a levantar la tapa del alcantarillado y comenzamos a descender. Nos esperaban unos 800m de laberinto subterráneo. A la cabeza iba Nº1, yo iba en el quinto lugar por la cabeza guiando al grupo en las cloacas. Tras la travesía y tras dejar atrás decenas de cruces entre diferentes canalizaciones llegamos al punto en que la pared del alcantarillado y la de la sala de R.E.D.A eran una.

 Esta bien, este es el punto de acceso y ante la pregunta de como lo haremos yo tengo la respuesta. en ese momento saqué un pequeño artilugio de mi mochila Les presento a Sigma, puede parecer pequeño pero es bastante destructivo. La goma 2 nanocomputada puede producir una gran explosión concentrada en un pequeño punto.

Mientra colocaba a mi fiel compañero, pedí al resto del grupo que retrocedería y se preparasen para el asalto. Tras colocarlo me fui hacia el grupo, hacia el grupo final que seria el que me escoltaría hasta el núcleo  La cuenta atrás comenzó.

 Tres, dos, uno....

* Explosión*